Entretenimiento
Fallece a los 71 años la actriz estadounidense Kirstie Alley
Será recordada para siempre por sus participaciones en la serie ‘Cheers’ y en la película ‘Mira quién habla’, entre otros trabajos en el cine y la televisión.
La actriz estadounidense Kirstie Alley, conocida por trabajos como «Mira quién habla» (1989) y la serie «Cheers» (1987) falleció este lunes a los 71 años a causa de cáncer.
«Estamos muy tristes de informar que nuestra increíble, feroz, feroz y amorosa madre falleció tras una batalla contra el cáncer», se lee en la cuenta de Twitter de la actriz en un comunicado emitido por sus hijos True y Lillie Parker.
«Estaba rodeada de su familia más cercana y luchó con gran fortaleza, dejándonos con certeza de su interminable alegría de vivir y las aventuras que le esperan. Tan emblemática como en la pantalla, fue incluso una mejor madre y abuela», han afirmado sus familiares.
Trayectoria de Kirstie Alley
Alley conquistó la fama al encarnar a Rebecca Howe, la gerente de Cheers. La serie tomó el testigo de Mash y se convirtió en un icono de la comedia para la cadena NBC mucho antes de que Jerry Seinfeld reinventara las normas de las comedias televisivas. Alley se convirtió en una estrella indiscutible en una serie que hizo escuela y que impulsó las carreras de Ted Danson, George Wendt, Kelsey Grammer y Woody Harrelson, además de la suya.
Alley recibió por este papel cinco nominaciones a los Emmy. Se lo llevó a casa en 1991 en la categoría de mejor actriz. En 1994 ganó otra estatuilla por su participación en la miniserie David’s Mother, donde interpretaba a la madre de un menor autista.
Alley en la gran pantalla
En 1982 debutó en la gran pantalla en una de las familias de más renombre en el mundo de la ciencia ficción estadounidense, Star Trek. Alley dio vida a una teniente originaria del planeta Vulcano, cuyos habitantes tenían las orejas puntiagudas. La película en la que apareció, La ira de Khan, es una de las mejor valoradas de la saga. También apareció en la pantalla grande junto a grandes ídolos de la época, como Tom Selleck en Runaway (Fuera de control, 1984) y John Hurt en Champions (Campeones, 1984). En 1988 compartió pantalla con Sidney Poitier en Shoot to Kill.
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