Opinión
¿Qué falló en esa selección?
Cuando Danilo Medina veía cada vez más cerca el final de su carrera presidencial al no poder lograr una nueva reelección lanzó a varios de sus delfines al ruedo político observando y evaluando a cada uno de ellos para ver si despegaban.
Después de meses haciendo campaña, se dio cuenta que ninguno de sus delfines lograba levantar vuelo y se decidió por un candidato que estaba al margen de esa contienda. Gonzalo Castillo.
Desde el momento en que hizo su escogencia, Danilo no ha parado en apoyar con todo lo que tiene a su delfín elegido y está corriendo el riesgo de que pueda ser procesado por el uso ilegal, abusivo y extremadamente turbio de los recursos del Estado. El presidente está asumiendo un riesgo político altísimo jugando todas sus cartas por Gonzalo aun sabiendo su escasa posibilidad de ganar las elecciones presidenciales.
Obviamente, ese inmenso gasto en promover la opaca y pusilánime figura de su candidato, hombre de ética muy cuestionada y de un historial lleno de indelicadezas y nada transparente, no ha sido en vano porque le ha sumado muchos votos y ha mejorado su posicionamiento electoral.
Pero, aun así, Gonzalo está a kilómetros de distancia para que se convierta en un riesgo para el candidato que evidentemente domina las preferencias del electorado.
¿Pero a que apuesta Danilo? ¿A una segunda vuelta? Está bien, pero necesitaría mucho más de 15 días para reducir una brecha casi inalcanzable.
Todos creen en milagros y todos creen que el dinero lo puede todo. Por eso muchos peledeístas aseguran que no pueden perder una elección presidencial y mucho menos estando en el poder. Confían en que su presidente hará milagros y usará, de ser necesario, hasta el dinero de los bancos privados para que eso no suceda.
Pero no siempre suceden milagros, ni el dinero lo puede todo.
La pregunta que queda en el tapete es la siguiente: si Danilo hubiera escogido otro de sus delfines y le hubiera dado el mismo empuje que le ha recibido Gonzalo ¿Cuál sería la situación de ese candidato en los momentos actuales? Veamos, por ejemplo, a Francisco Domínguez Brito o Amarante Baret sin mencionar a Reynaldo Pared Pérez que está enfermo.
Cualquiera de ellos estaría mejor posicionado que Gonzalo Castillo en los actuales momentos. ¿Qué falló? La desconfianza en esos delfines. El miedo a una nueva traición.
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